sábado, 29 de enero de 2011

Donde como en todos lados, hacer el amor es el mejor de los pecados...

Le quiero porque sé que cuando me ponga borracha me llevará a casa en brazos, me romperá las medias con la boca y luego me comprará otras. Me hará el amor contra la pared y se meterá conmigo en la bañera. Se perderá conmigo para después rescatarme de laberintos sin sentido, sacará la espada y me defenderá de víboras, pirañas y putas.
Le quiero porque cose disfraces a mis días malos y los convierte en buenos. Sé que no se enfadará si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que no da por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo duda. Le quiero porque no me hace sufrir porque sí; y le amo porque no me vende amor eterno manoseado. Porque no puede caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano; porque no me compra con regalos, pero tiene mil detalles conmigo. Me encanta que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Me gusta que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio...






La película de mi vida

Me gusta levantarme tarde los domingos, llegar a altas horas los sábados y beberme hasta el agua de los floreros. Necesito hablar por teléfono todos los días, no creo que pueda dejar de fumar algún cigarrito más en mi vida, me encanta escuchar canciones tristes y pensar que podría ser peor. Soy lo más pesimista del universo. Odio los lunes y soy fan de los viernes, me encanta hacer reír a la gente. Soy demasiado confiada con los desconocidos y a veces desconfío de mi gente. No soporto que nadie me diga lo que puedo o no puedo hacer. Me encanta hacer el pijo a todas horas, no tengo pájaros en la cabeza, tengo un nido entero. Soy una mentirosa compulsiva, pero me puede la conciencia y acabo confesándolo todo, no aguanto más de 2 horas enfadada con alguien y puedo llegar a ser la persona más falsa del universo, si me lo propongo. Me preocupo demasiado y me rayo por cualquier cosa. Me encanta malmeter en contra de la gente que no soporto. Soy de las que siempre llegan tarde, de las que llaman tan solo porque se aburren. Soy de esa clase de personas de las que les gustaría tener todo planeado, pero nada les sale bien. Reconozco que soy la más cabezona, y que si no se hace lo que quiero, me sienta mal. Soy absurdamente pesimista con mi vida, y veo la de los demás de color rosa. No soy precavida, primero pienso, y luego actúo. No hay nadie más imperfecto que yo, primero digo las cosas y luego las pienso, así me va... Creo que todo pasa por alguna razón, y sí, creo en el destino, en que lo que tenga que ser, será, y no puedes remediarlo. Cuando quiero algo lucho por ello con todas mis fuerzas, no soy muy cariñosa pero me gusta que me demuestren lo mucho que me quieren. Necesito a los demás, odio la soledad, soy muy rencorosa y vengativa y no me gusta caer dos veces en el mismo error. No me gusta llorar, aunque lo hago demasiado. Odio las pérdidas de tiempo, me gustan las cosas claras y sin rodeos. Me gusta romper el papel por la línea de puntos, chupar el colacao que queda en la cuchara. Me gusta explotar las burbujas de los embalajes. Me gusta la gente que se besa por la calle, el olor a gasolina, me gustan las cosas que se repiten y sobre todo las pequeñas cosas. Pero si hay algo que de verdad me gusta es cuando dejas de besarme, me miras, y te lanzas otra vez.





jueves, 27 de enero de 2011

Como si se acabara hoy el mundo

Todos los días tomamos decisiones. Todos los días realizamos actos que, de una forma u otra, afectan a los que nos rodean. Todos los días somos responsables de hacer nuestra vida, y la de los demás, más o menos justa. Ya es hora de que seamos conscientes de ello. Ya es hora de que la gente empiece a asumir que sus actos tienen consecuencias, y que, de algún modo, éstas también tienen que asumirlas.


No busco nada raro, sólo alguien que me eche de menos aunque hayamos pasado todo un día juntos, alguien que se ponga nervioso al verme, que no se aburra de mis charlas aunque pasemos cinco horas al teléfono, que se alegre de escucharme. Alguien que me acompañe siempre a casa y haga divertido el camino, por más largo que sea; Alguien a quien pueda besar por un simple impulso sin sentirme atrevida. No me importan los regalos, las cenas ni las flores, mientras él demuestre admiración, me conformo con saber que conmigo es donde más le gustaria estar siempre. Y que conozca todas y cada una de mis sonrisas, alguien que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sienta que antes de mí ninguna otra existió, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre.


martes, 18 de enero de 2011

Destino


Los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir… desde tú camino ves a la otra persona cada vez más pequeña.
No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, y ahí está ella, y al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Mucho antes…y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.

miércoles, 12 de enero de 2011

Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta

Me gusta que tengas frío cuando fuera hace 21ºC, me gusta que te cueste una hora y media decidir que hacer, adoro la cara que se te pone cuando me miras como si estuviera loca, me gusta oler tu perfume en mi ropa después de pasar el día contigo y quiero que seas la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches.

lunes, 10 de enero de 2011

Les costaba ponerse de acuerdo, de hecho, rara vez estaban de acuerdo. Discutían todo el tiempo y se desafiaban todos los días, pero a pesar de sus diferencias tenían algo importante en común, estaban locos el uno por el otro.



Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué y por qué. Después decidimos colgar, prometiéndonos que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil; lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco lo mismo..
Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas.
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo, podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz, podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

Soñar con alguien que piense en mi mucho más de lo que acepta, que sienta que se cae el mundo si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la basura. Alguien que me haga reir hasta llorar, y me haga reir cuando no pueda parar de llorar, que me diga que todas esas canciones de amor le recuerdan a mi, que me vea guapa aunque no este del todo despierta, que me diga que le encantan mis besos aunque haya habido otros mejores o que tengo los ojos mas bonitos aunque sean iguales a todos los demás, que le encante mi pelo aunque este enredado. 
Alguien que me haga sentir la chica mas afortunada del mundo, solo por el hecho de tenerlo a el...




lunes, 3 de enero de 2011

Te pilla la tarde en tu cuarto otra vez, 
no suena el teléfono y tú sabes porqué; 
cervezas vacías en tu habitación, 
el cenicero lleno humea en un rincón. 
Seguro que sola está ella también 
tirada en la cama sin saber qué hacer. 
No sé cómo comenzó la discusión 
ni a quién le toca ahora pedir perdón. 
Y creo que muero 
si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí. 
Recuerdo tus labios 
y esos ojos que al mirar casi hacen daño. 
Mientras la radio aburre con una canción 
miro aquella foto y me siento peor, 
y yo ya no sé lo que ha podido pasar, 
lo que estaba bien, ahora está fatal.