"Si tu me lo pides lo dejo todo, dejo a mi familia, a mis amigos, de fumar, de beber los fines de semana. Si tu me lo pides te juro que hago lo que quieras." Son las típicas palabras que decimos, y no nos damos cuenta de que por algo temporal, algo pasajero, estamos apunto de renunciar a nuestra vida, a nosotros mismos. No te dejes llevar por promesas, porque no las puede cumplir, porque dejar todo sería abandonarte a ti misma.La confianza es algo muy frágil. Una vez ganada nos aporta una gran libertad, pero cuando la confianza se pierde, es casi imposible recuperarla. Aunque la verdad es que nunca se sabe en quién podemos confiar. Nuestros seres más queridos pueden traicionarnos y unos desconocidos pueden acudir a nuestro rescate. Al final la mayoría de la gente decide confiar solo en sí mismo. Sin duda es la forma más sencilla de no quemarse jamás.