Fue bonito mientras duró, hasta siempre.
A la selectividad la llaman la prueba de madurez, de madurez si, pero no en cuanto a exámenes, sino que es la primera hostia de verdad que te pega la vida, la primera de la que no se puede volver atrás. Ya ha pasado, hace horas que he hecho el último examen, y hace días que sé que los sueños nunca se hacen realidad, esta es la peor época de mi vida con diferencia, por esto, a partir de ahora va a cambiar, todo va a cambiar, quizá no salga de donde vivo, y no voy a conocer de momento nada nuevo pero, presiento que empieza algo nuevo, necesito que todo esto cambie, por mi bien.